Qué es un hosting: características, tipos y ejemplos

Si tienes un sitio web pero no cuentas con un servicio de hosting, tus clientes y visitantes no podrán encontrarlo en internet.

El hosting es el espacio en la red en el que se alojará tu sitio web. De ahí su importancia, porque su infraestructura y capacidad serán fundamentales para contener todos los elementos del sitio web y tenerlos a la mano para cuando un usuario lo visite.

El hosting o alojamiento web es un servicio digital que tiene como función almacenar la información y contenido de un sitio web en centros de procesamiento de datos seguros y veloces. Es esencial para hacer que un sitio web esté disponible en internet, ya que brinda el espacio y los recursos necesarios para almacenarlo.

Los servidores cuentan con la infraestructura y tecnología necesarias para alojar tu página y permitir que sea visitada en cualquier momento y desde cualquier parte del mundo. Cuando alguien desea visitar un sitio web, el navegador se conecta al servidor de hosting donde se encuentra alojado ese sitio y descarga los archivos necesarios para mostrar el contenido en el navegador del usuario.

Concepto de hosting

El hosting proporciona la infraestructura indispensable, como servidores, almacenamiento, ancho de banda y otras características técnicas, para que el sitio web sea accesible y funcional.

Características de un hosting

Hosting proviene del vocablo inglés «host», que en español significa «anfitrión». En el caso del web hosting, los servidores funcionan como espacios donde se resguardan los datos que integran un sitio web y que deben estar disponibles para que los visitantes accedan a ellos de manera sencilla, rápida y eficiente. Algunas de sus características más importantes son:

1. Conectividad

Para acceder a la información es necesario contar con conexión a internet.

2. Almacenamiento

La información de los sitios web se resguardan en grandes bases que centralizan la información de una gran cantidad de dominios.

3. Capacidad

Los servidores hosting requieren una amplia disponibilidad de espacio y una infraestructura especializada, y son una opción para mantener segura una página y lista para ser ejecutada.

4. Integración

Estos servicios generalmente incluyen la contratación de un dominio web y de una plataforma de correo electrónico.

5. Accesibilidad

Al resguardar la información de tu página en estos servidores tienes la certeza de que no la perderás si algo le ocurre a tu equipo.

Cómo funciona un hosting

Al contratar un servicio de hosting, los proveedores suelen ofrecer diferentes planes y paquetes con distintas capacidades de almacenamiento, ancho de banda, cuentas de correo electrónico, bases de datos y otras características adicionales. Además, muchos proveedores de hosting también brindan servicios adicionales como registro de dominios, email hosting, herramientas de construcción de sitios web, seguridad, soporte técnico, entre otros.

El funcionamiento de un hosting se basa en la interacción entre los servidores del proveedor de hosting, el sitio web y los usuarios que acceden a dicho sitio. 

Primero, el propietario del sitio web adquiere un plan de hosting de un proveedor de servicios de hosting. Posteriormente se configura el dominio, que es diferente al hosting, el cual debe apuntar a la dirección IP del servidor de hosting. Esto permite que los usuarios puedan acceder al sitio web a través de un nombre de dominio fácil de recordar, en lugar de una dirección IP numérica.

Con eso ya se pueden subir los archivos del sitio, incluyendo archivos HTML, imágenes, videos, archivos de estilo CSS y scripts en el servidor de hosting. Esto se realiza a través de FTP (Protocolo de Transferencia de Archivos) u otras interfaces de administración proporcionadas por el proveedor de hosting.

De igual forma, debes configurar la base de datos que utiliza el sitio web para almacenar información dinámica y también el correo electrónico personalizado que se asocia al dominio en el servidor de hosting. 

Una vez que los archivos y configuraciones están en su lugar, el sitio web se vuelve accesible para los usuarios a través del nombre de dominio. Cuando un usuario ingresa la dirección del sitio web en su navegador, se envía una solicitud al servidor de hosting correspondiente y el hosting busca los archivos correspondientes para la página solicitada. 

Si se utiliza una base de datos, se procesan las consultas necesarias para recuperar y mostrar la información dinámica.

Finalmente, el servidor de hosting envía la página web solicitada al navegador del usuario, que luego la interpreta y la muestra como contenido visual. Esto incluye la carga de imágenes, ejecución de scripts y aplicaciones, y cualquier otra funcionalidad específica del sitio web.

Para qué sirve un hosting

Los servicios de hosting ofrecen hospedaje o alojamiento a sus clientes, que en este caso están diseñados para almacenar datos.

En tanto, el dominio web funciona para que el hosting ubique de forma única la información que se ha alojado bajo ese nombre. Cuando los visitantes (leads y clientes asiduos) buscan tu URL o dominio se conectan al servidor que aloja tu sitio. Luego, tu sitio web (o la página web específica de tu sitio que buscaron) aparece en su navegador.

Estos servicios permiten centralizar la información de cientos de páginas web en computadores especializados, que poseen una amplia capacidad de almacenamiento y una rápida velocidad de conexión.

Además, los host cuentan con el debido mantenimiento para hacer que tu sitio web esté disponible y funcionando a la perfección. Algunos servicios de alojamiento web ofrecen varios niveles de soporte, seguridad, tiempos de actividad de hasta el 99,9 % (es decir, tu sitio web está operativo el 99,9 % del tiempo) y más.

1. Hosting compartido

El hosting compartido es la solución de alojamiento más simple que existe. Estos servicios suelen ser muy asequibles porque tu sitio web está en el mismo servidor que muchos otros sitios web.

Si bien es una opción rentable, solo es ideal si tu sitio tiene un bajo volumen y tráfico, ya que estarás compartiendo ese espacio de servicio con otras empresas o individuos. En ocasiones esto puede ocasionar que tu contenido tarde en cargar cuando los servidores están saturados.

2. Hosting de servidor privado virtual (VPS)

El VPS es más costoso que el alojamiento compartido, pero tiene algunas ventajas considerables. Con este tipo de hosting, las empresas ofrecen un servidor dedicado solo para tu sitio web, aunque técnicamente sigue siendo compartido.

Los VPS brindan más personalización y mejor rendimiento que el alojamiento compartido, ya que puedes usar tu propio sistema operativo y tienes la garantía de contar con un espacio exclusivo de almacenamiento para tu sitio y un rendimiento constante.

3. Hosting dedicado

El hosting dedicado es una de las opciones más caras, ya que está destinado a sitios web con grandes cantidades de tráfico durante periodos prolongados. Esta solución es la mejor opción para grandes empresas que requieren asegurar la privacidad de su información o que tienen una gran actividad comercial en línea.

En términos simples, con el hosting dedicado tu sitio web cuenta con su propio servidor. Esto significa que tu empresa tiene el control total sobre los sistemas, la seguridad y todo lo relacionado con un servidor. Esta opción requiere un alto nivel de experiencia, por lo que necesitas personal especializado para administrar tu servidor de manera adecuada y dedicada.

4. Hosting administrado

El hosting administrado es una opción común, en la cual el proveedor administrará tu servidor (operación, seguridad, mantenimiento y más) para que no tengas que hacerlo tú.

Esto es ideal para empresas que no tienen personal técnico adecuado (o no quieren contratarlo), aunque el correcto funcionamiento operativo depende de la empresa que contrates.

5. Hosting en la nube

El alojamiento en la nube es una de las opciones más recientes en el mundo del hosting. Estos servicios permiten que muchos servidores separados trabajen juntos para comportarse como un servidor grande en un espacio virtual, por lo que la información no se ve comprometida en caso de que algún sistema falle.

Este tipo de alojamiento web funciona bien para empresas en crecimiento, ya que a medida que los sitios web aumentan el tráfico y el volumen, el espacio en la nube también puede incrementarse. Debido a esta configuración, el alojamiento en la nube suele ser de pago por uso, o pago por la cantidad de espacio que utilices en un momento determinado.

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